jueves, 10 de junio de 2010

Navegando en un mar de setas...

Dejando atrás el Collado de la Dehesilla



Pared de Santillana (6-6-2010)


El primer finde de Junio, decidimos seguir con nuestras nuevas andanzas en la escalada clásica y pusimos como objetivo una gran clásica pedricera: la Sur de la Pared de Santillana!!! Como íbamos a pasar allí arriba la noche decidimos que no era muy necesario madrugar, cosa que, como los Pou, no llevamos del todo bien. Así pues y después de esperar media horita en la barrera de acceso a Cantoco, llegamos al Parking de abajo a eso de las 11.00. Atendiendo a nuestra característica lentitud para hacer los petates y ponernos en marcha, hasta una hora más tarde no estábamos saliendo…


 Para la ocasión y debido a que el tiempo ya era notablemente más caluroso, optamos por subir “al estilo Manel”, lo más ligeros de peso, para que la subida no se nos hiciese tan cansada (cada uno llevábamos un saco de fibra de verano, junto con el plumas, unas mallas, la comida y poco más; el material duro de escalada lo subía el Rufo en sus alforjas).

A Bea le mola la pedri posterior..mjmj


"Pa, ¿seguro que es por aquí?"



La aproximación hasta la Pared de Santillana, originariamente llamado “Cancho de la Herrada”, es larga aunque realmente bonita, especialmente una vez se empieza a entrar en la Pedriza posterior, subiendo hacia el Mataelvicial desde el collado de la dehesilla, pasando por delante de magníficas formaciones graníticas como el Torro o bosque de Navajuelos...



Bosque de los Navajuelos
 

Una vez llegamos a pie de vía decidimos que lo mejor era echarse una siestecilla y comer un poco antes de meterse en vereda, y así de paso esperábamos a que un par de cordadas acabasen su jornada para tener la pared para nosotros solos!!


Pablo dando lecciones de reuniones a Rufo

Bea en la primera reunión asegurando a Pablo

 
La vía, “Sur Clásica (V/A0, 6a, 120m, M2)”, es realmente preciosa, el primer largo comienza con una fisura que te lleva hasta un paso un pelín más complicado protegido con un pitón, al salir del cual se puede montar reu sobre unas setas no del todo buenas. El resto de la vía transcurre sobre un mar de setas que se pueden lacear fácilmente con anillos cosidos de cinta y cordinos. REALMENTE UNA VÍA MAGNÍFICA!!


 

 Pasamos la noche en el vivac que hay cerca de pie de vía, y como llevábamos muuuuuy poco agua (arriba no esperes encontrar un mísero riachuelo!) tuvimos que pasar bastante sed todo la noche, aunque el que peor lo pasó fue el Rufo…


Asamblea de majaras



  A la mañana siguiente recogimos el chiringuito y nos bajamos a darnos un chapuzón en la Poza Kindelán, ya muy cerca de Canto Cochino.


Precioso atardecer desde la cima
 


"¡Vaya empacho de setas,machote!"..
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